martes, 19 de agosto de 2014

SogneFjord Día 05. Sogndal - Ese (28 mayo 2014, 42 km)


Mientras recojo el campamento llega a la playa un grupo de niños de 3 o 4 años acompañados por monitoras. También veo un par de personas que vienen a remar con piraguas de pista. Yo embarco pronto y empiezo con ánimo la jornada.

Escolares en la playa

Coincido en el agua con uno de los piragüistas, que se para a hablar un rato conmigo. Le cuento la ruta que tengo para hoy y, al igual que el chico con el que hable ayer, coincide en que el fiordo de Fjaerland bien merece una visita.


La mañana discurre por el mismo camino que realicé ayer pero en sentido contrario, hasta llegar de nuevo a las salida al Sognefjord. 


Desde aquí mi camino discurre en paralelo a la orilla norte del fiordo, que está mucho más civilizada que lo visto hasta el momento. Las casas de madera se suceden a mi derecha, algunas de ellas bastante bonitas y todas pintorescas. Más adelente se divisa un gran núcleo de población, Leikanger.

Allí me paro a reponer víveres en un hipermercado, muy bien surtido pero como todos aquí, muy caro. Después de hacer la compra me como un riquísimo pan de focaccia con abundante embutido local.

Abandono Leikanger buscando la entrada al Fjaerlandfjord. Por el centro del fiordo viene navegando desde mi espalda un gran crucero, que en pocos minutos se pierde entre las curvas que le conducen al océano abierto.



Según me voy acercando a la entrada del Fjaerlandfjord noto que la corriente en contra es cada vez mayor. Como ya es tarde renuncio a penetrar en el fiordo principal y entro por un pequeño ramal hacia el oeste, el Esefjorden, cuya puerta está flanqueada por la población de Balestrand. En la práctica esta decisión tampoco me ahorra esfuerzos, porque aquí la corriente es aún peor y para recorrer los 4 kilómetros hasta llegar al fondo del pequeño fiordo debo emplear casi una hora de intenso y sufrido paleo.

De frente la entrada al Esefjorden con el sol poniéndose tras la montaña
El pueblo de Balestrand custodia la entrada al Esefjorden
Finalmente alcanzo la explanada que debe servirme de refugio esta noche. El lugar es muy bello pero también bastante frío. Una buena cena caliente me sirve para combatir la bajada de temperatura.



2 comentarios:

Suso dijo...

He visto pasar petroleros por el medio del Sogne... pero las embarcaciones pequeñas y rápidas son las que te envían entretenidas ondas... que, al rebotar...
En cuanto a la marea cuando baja... jeje.

Un Kayak en la Mochila dijo...

Si, en realidad la principal dificultad "técnica" del viaje fueron esas corrientes de marea. Oleaje importante es más difícil encontrarlo. Saludos