Último despertar en tierras ibicencas. Con una breve ruta hasta llegar de nuevo a Ses Figueretes habré finalizado la travesía y me invade la alegría mezclada de satisfacción por alcanzar mi objetivo. Aunque todo el viaje ha sido una verdadera gozada, a estas alturas ya echo de menos bastante mi casa y mi gente. Mientras desayuno y ando pensando estas cosas, se acerca a visitarme un amigo muy simpático.
Parece confiado y se acerca sin problema a mi llamada.
Me sobra aún algo de comida, así que obsequio su compañía con una lata de caballa con tomate que mi amigo come con apetito. Al terminar viene a agradecer la pitanza frotando su hocico y lomo contra mi, y ronroneando sin parar.
Al poco rato se tiene que marchar a toda prisa porque aparecen de repente un par de bracos con ganas de comer gato. La dueña, que se ha quedado un poco más atrás por el camino que llega desde el bosque, los llama y ellos, obedientes, desatienden la persecución de mi amigo felino. Comento la jugada con la mujer, empiezo a recoger todo en el kayak y me hago a la mar por última vez.
La última playa que me ha servido de refugio |
Tengo cierta prisa por llegar a mi destino para poder recoger todo con tiempo, así que procuro ir a buen ritmo. Además la parte más vistosa del trayecto de hoy, hasta llegar a Cap Martinet, ya la recorrí ayer, por lo que intento trazar una linea recta hasta el puerto de Ibiza.
Puerto de Ibiza |
Para pasar la bocana del puerto me veo obligado a poner el turbo y de qué manera, pues las embarcaciones a motor parece que no respetan mucho la limitación de velocidad hasta salir del puerto. De hecho, por lo que observo, las numerosas lanchas y yates rápidos que salen de puerto a esta hora aceleran a tope bastante antes de terminar la zona de limitación. Pasada la bocana, afortunadamente sin contratiempos, puedo parar a contemplar el casco histórico de Ibiza.
El casco antiguo de la ciudad |
En poco más de una hora he cubierto los casi 8 km de hoy, y desembarco en la misma playa donde salí hace ya 2 semanas. La sonrisa no se borra de mi cara y, como tenía planeado, celebro el desembarco con una cerveza que llevaba guardada desde mi salida para la ocasión, una cerveza que ha recorrido 300 km. La hubiera preferido fría por supuesto, pero posiblemente sea la cerveza caliente que más haya disfrutado.
Lo siguiente que hago es llamar a Lourdes para compartir con ella el momento de alegría. Tras la emoción del final queda, no obstante, un duro trabajo por hacer con la recogida de todo el material. Busco la posibilidad de endulzar el kayak antes de guardarlo y un sitio cómodo para recoger. El tema del agua dulce lo arreglo con un lavapiés, una botella de plástico que relleno las veces necesarias y una balleta que llevo conmigo. Limpio lo mejor que puedo de arena y salitre la cubierta, casco e interior del kayak. Luego encuentro una acera amplia a la sombra donde desmontar el kayak, terminar de limpiar los tubos de aluminio, y guardarlo todo en la mochila.
Logro tenerlo todo listo para la hora de comer, y como mi avión no sale hasta las 10 de la noche, tengo tiempo de relajarme. Pregunto donde para el bus que va al aeropuerto, y de camino hacia la parada me quedo a comer en un bar con terraza. Como bastante bien y me emborracho en la sobremesa a base de refrescantes gin tonics. El camino al aeropuerto se hace divertido por la cogorza que llevo, pero la diversión se me tuerce un poco porque esta vez al facturar en el aeropuerto sí me cobran el exceso de equipaje, 100 euros. Después de todo lo pasado se pagan con más gusto la verdad, así que nada que objetar. Embarco al avión que sale con retraso y llego por fin a Barajas cansado, pero muy contento y deseando ver a quien me espera en la terminal.
4 comentarios:
Buenas,
Impresionantes fotos e impresionante experiencia!
Estoy pensando en dar la vuelta en kayak ( kayak hinchable ) a Formentera en Junio, mi idea es dormir en tienda de campaña, tengo entendido que está prohibido,has pernoctado en Formentera? en Ibiza tuviste problemas?
Gracias!
Un saludo
Miguel
Hola Miguel
Yo sólo te puedo contar mi experiencia personal, y se resume en que no tuve ningún problema. También es verdad que de las 4 noches que pasé en Formentera solo una monté tienda, por la amenaza de lluvia, y en un lugar muy discreto. Disfruta tu viaje!
Un saludo
Muchas gracias! Seré discreto pues. Qué mes fuiste a Formentera? No estoy seguro de que mes ir, quizá Junio.
Saludos
Miguel
Yo fui en junio, y creo que es buen mes para hacer el viaje (días muy largos y sin la aglomeración de gente que se formará seguro en julio-agosto)
Un saludo
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